Bom dia Lagos

Son las 9 de la mañana de un día de otoño cuando me dispongo a descubrir una de las ciudades más bonitas del Algarve, Lagos.
Accedo a Portugal por la A-22 desde La Antilla (Huelva), que solamente se encuentra a una hora y media de distancia.
Al llegar a Lagos, lo primero que hago es buscar la Oficina de Turismo, situada en la Plaza Gil Eannes, donde se encuentra la controvertida estatua del Rey infante Don Sebastiāo.


Inicio mi tour visitando el Mercado Municipal donde encuentro mucho movimiento de personas que van y vienen para ver y comprar los pescados típicos de la zona.


Como nota peculiar, el Mercado tiene una segunda planta donde se divisa al completo el Puerto Deportivo.


Prosigo el camino y es hora de visitar las iglesias, donde la más importante de ellas, es la Iglesia de Santo António, considerada como una de las más bellas del país.


Y justo en frente, me encuentro con el Castelo dos Governadores, que hace de puerta de entrada al casco antiguo de la ciudad.


Ya en la zona contraria, de camino por el Paseo Marítimo, aparece el Forte da Ponta da Bandeira, que funcionó como fortaleza defensiva de Lagos. La entrada se realiza por un puente levadizo sobre su foso.


Y aprovechando que estoy en la zona portuaria, no me resisto a realizar un circuito en barca para recorrer el precioso litoral portugués.


Impresionante tour divisando grutas, cuevas, playas (da Batata, do Pinhao, D'Ana) ... innumerables rincones costeros.





Terminado el circuito y para concluir el día tan completo en Lagos, me desplazo fuera del casco antiguo hacia la Ponta da Piedade, el Faro de Lagos, situado en un punto estratégico y una maravilla para las vistas del turista.




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