Un Hombre Bueno
Culto, educado, divertido, cariñoso, empático, comprometido, generoso, amante de la vida y un buen hombre, así era mi padre.
Para mucha gente ha sido un referente en sus vidas, desde sus alumnos en su época de enseñanza, profesores y compañeros, deportistas en general y balonmanistas en especial, hasta tantos y tantos amigos que tenía de diferentes ámbitos de la sociedad.
Para mí, además de padre, también ha sido ese referente con el que he aprendido a valorar tantas cosas importantes de la vida: a viajar y conocer el mundo, a amar la lectura, a los beneficios del deporte, al enseñar y educar en contra del imponer, al estar formado siempre y estar al día en lo que hicieras y, al amor por la naturaleza sobre todo por el mar, siempre el mar.
- Pedro, me decía mi padre, donde vayas no hagas lo que hace todo el mundo, intenta cambiar las cosas, sé diferente.
Allá por los años 80 en el Colegio Público Juventud de Badajoz, organiza un evento deportivo que se hizo famoso en el mundo del balonmano, las famosas XII Horas de Balonmano, en las que de 9.00 horas de la mañana hasta las 21.00 horas de la noche ininterrumpidamente, se jugaba a balonmano. Allí se aglutinaban un sinfín de alumnos, chicos y chicas de distintos colegios de Badajoz y de los alrededores de la provincia. Una gran fiesta del balonmano que creó mi padre para darle importancia al deporte base y cuyo principal objetivo era participar. Allí nos divertíamos y disfrutábamos haciendo deporte, jugando a balonmano.
Respetar la naturaleza, ese era su lema. En aquellos años de maestro en el colegio, infundía a sus alumnos el sentimiento de cuidar la naturaleza, de convivir con ella, de respetarla. Organizaba acampadas de fin de semana por distintos lugares de la provincia de Badajoz. Sus alumnos encantados de pasar un fin de semana con Don Pedro, su maestro favorito. Y como siempre, con una pedagogía práctica, cooperativa y siempre de una forma divertida, lo primero que hacía al llegar al lugar, era organizar equipos de chicos con bolsas de basura haciendo una batida para limpiar la zona donde iban a pasar ese fin de semana. Ese era el inicio de un gran fin de semana lleno de actividades, juegos, canciones, teatros... en el que favorecía el conocimiento del mundo natural, la participación, la interdependencia, el sentido de la responsabilidad, la solidaridad, la cooperación, el compañerismo y la convivencia.
Es en el año 1996 cuando crea la APB (Asociación Pacense de Balonmano). Con su amor al deporte y en concreto al balonmano, es capaz de reunir a diferentes entrenadores (en el que me encontraba yo), jugadores y padres para formar en Badajoz un nuevo equipo que fuera el referente de la ciudad. Nuestro lema era 'Piensa en Verde', piensa en positivo, piensa diferente. La APB que él creó, no era un simple equipo, era más que eso, era una familia, era un grupo de amigos que se divertía y competía a la vez al máximo rendimiento.
Todos los jugadores y entrenadores lo llamábamos con cariño 'El Presi'. Realizó las labores de presidente, de entrenador y hasta a veces de padre de los jugadores de las categorías más pequeñas. Era querido y respetado por todos ya que inculcó tantos valores personales y deportivos que todos lo seguimos con esa magia que poseía como el 'Flautista de Hamelin'.
- Para mí la vida sin cultura no es vida, por eso me involucro en estos proyectos. No busqué nunca reconocimiento.
Tras la jubilación, concretamente en diciembre de 2006, recibe la Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio por parte de la Ministra de Educación y Ciencia, Doña Mercedes Cabrera en Madrid. Un gran colofón a su carrera educativa, deportiva y cultural.
- Ha sido un gran honor y una emoción extraordinaria por culminar mi vida docente con este reconocimiento. En mi casa somos todos maestros, mi esposa Pili, y mis dos hijos también lo son.
Hasta Madrid nos fuimos todos, sobrinas incluidas. Fue un honor para todos poder compartir ese momento histórico con él.
Y mientras tanto, él seguía escribiendo, investigando, viajando, estudiando, leyendo, compartiendo todos sus conocimientos... hasta que un año antes de recibir la Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio, se le ocurre iniciar un Blog, para compartir información de los diversos eventos culturales que se realizaban en la ciudad de Badajoz.
Es en el año 2005 cuando crea el ya famoso Blog de El Avisador de Badajoz. Se dedica a informar puntualmente de tantas y tantas actividades que se realizan en la ciudad, creando una simbiosis entre el lector y mi padre. De una forma emotiva y tan directa, mi padre es capaz de enganchar al público que le lee. Él informa, pero también, los distintos lectores envían noticias para que él las publique en su Blog.
- Mis padres son de Peraleda de San Román, un pueblecito de Cáceres. Me trajeron con 3 años, por lo que me considero un pacense de acogida. En el fondo El Avisador es una señal de agradecimiento, una manera de corresponder, porque Badajoz me lo ha dado todo; me hizo nacer por segunda vez. Mi mujer, mis hijos, mi oficio, las amistades... todo lo que he hecho ha sido aquí. Lo mío con Badajoz es un diálogo con la ciudad...
Apasionado de la música, sus últimos años los dedicó a colaborar in situ con la creación de la Asociación de Amigos de la Banda Municipal de Música de Badajoz, siendo su cronista oficial y secretario. Tras decir adiós a los 10 años del Blog del Avisador (2005-2015), se implica para potenciar aún más la Banda Municipal de Música de Badajoz.
El Director de la Banda de Música como reconocimiento a la labor de mi padre, le dedica un emotivo pasodoble: Pasodoble Pedro Montero https://www.youtube.com/watch?v=WfLTEzo8ByY
Amante y entusiasta de la cultura del vino. Tanto mi padre como mi madre tenían conocimientos de enología a través de una formación técnica. Para mí, que aún no me gustaba el vino, escuchaba de ambos los encantos de este producto.
- Mira Pedro, este vino tiene uvas tempranillo, con doce meses en barrica, cuando se sirve en la copa se pueden ver las lágrimas del vino...
Creó en casa una pequeña bodega con diferentes tipos de vino. La llamaba 'La bodeguilla'. Me enseñó a degustar los variados vinos que tenía hasta que empecé a valorar su cultura y tradición. Para él era un producto muy preciado por lo que en numerosas ocasiones, regalaba botellas de vino a sus amigos y conocidos.
El mar, siempre el mar. Desde pequeño tuvimos contacto con el mar. Su playa era nuestra playa. El olor a salitre, la arena húmeda, el viento que impactaba en nuestras caras, la luz del sol reflejada en las olas...
Recuerdo aquellos largos paseos de mi padre siempre junto a mi madre por la orilla del mar. La lectura y los jeroglíficos bajo la sombrilla después del obligado baño. Y cómo no, las cervecitas y los pescaitos en nuestro chiringuito antes de volver a casa. Días de relax, desconexión y recarga de energías.
Viajaron mucho. Mi madre y mi padre recorrieron los últimos años las diferentes ciudades de España y Portugal. Viajaban para descubrir otros lugares, otras gentes, otras culturas, otras tradiciones, siempre de forma ociosa y cultural.
Recuerdo un viaje que hice con ellos a la capital de Baviera, Múnich en el que tengo un recuerdo muy bonito de los días que pasamos allí. Mi padre con su spanglish quería localizar el Restaurante-Cervecería Hofbraühaus. Preguntó a dos policías alemanes sobre el restaurante,
- Papá, le decía yo, no te están entendiendo nada.
- Él me decía, bueno ya me entenderán. Quiero encontrar el restaurante ya que es de los más famosos de Múnich y conocer su historia.
El otro día un amigo me dijo: no sabes cuánto duele la pérdida de un padre o una madre. Y es verdad, duele.
Mi padre ha sido un referente en mi vida, me ha inculcado su generosidad, su amor a la lectura, su pasión por el deporte y por la naturaleza, sus ganas de conocer el mundo y a las personas. He perdido un referente vital, aunque he absorbido toda su enseñanza como padre y como educador.
Sí, se me ha ido ese referente pero tengo la suerte de que me queda otro igual de importante en mi vida: mi madre.
Mi padre no hubiera sido la persona que fue sin mi madre al lado. Generosa, educada, empática, comprometida, cariñosa... siempre al lado de su familia y en especial de mi padre los últimos años. No se puede recordar a mi padre sin mi madre. Siempre juntos, siempre activos, siempre con la necesidad de aprender y de vivir.
En varias ocasiones de mi vida, en momentos importantes de mi vida, mis padres me han dicho que estaban orgullosos de mí. Yo también estoy muy orgulloso de ellos ya que soy una parte de cada uno.
Hasta siempre Papá.
Para mucha gente ha sido un referente en sus vidas, desde sus alumnos en su época de enseñanza, profesores y compañeros, deportistas en general y balonmanistas en especial, hasta tantos y tantos amigos que tenía de diferentes ámbitos de la sociedad.
Para mí, además de padre, también ha sido ese referente con el que he aprendido a valorar tantas cosas importantes de la vida: a viajar y conocer el mundo, a amar la lectura, a los beneficios del deporte, al enseñar y educar en contra del imponer, al estar formado siempre y estar al día en lo que hicieras y, al amor por la naturaleza sobre todo por el mar, siempre el mar.
- Pedro, me decía mi padre, donde vayas no hagas lo que hace todo el mundo, intenta cambiar las cosas, sé diferente.
Allá por los años 80 en el Colegio Público Juventud de Badajoz, organiza un evento deportivo que se hizo famoso en el mundo del balonmano, las famosas XII Horas de Balonmano, en las que de 9.00 horas de la mañana hasta las 21.00 horas de la noche ininterrumpidamente, se jugaba a balonmano. Allí se aglutinaban un sinfín de alumnos, chicos y chicas de distintos colegios de Badajoz y de los alrededores de la provincia. Una gran fiesta del balonmano que creó mi padre para darle importancia al deporte base y cuyo principal objetivo era participar. Allí nos divertíamos y disfrutábamos haciendo deporte, jugando a balonmano.
Respetar la naturaleza, ese era su lema. En aquellos años de maestro en el colegio, infundía a sus alumnos el sentimiento de cuidar la naturaleza, de convivir con ella, de respetarla. Organizaba acampadas de fin de semana por distintos lugares de la provincia de Badajoz. Sus alumnos encantados de pasar un fin de semana con Don Pedro, su maestro favorito. Y como siempre, con una pedagogía práctica, cooperativa y siempre de una forma divertida, lo primero que hacía al llegar al lugar, era organizar equipos de chicos con bolsas de basura haciendo una batida para limpiar la zona donde iban a pasar ese fin de semana. Ese era el inicio de un gran fin de semana lleno de actividades, juegos, canciones, teatros... en el que favorecía el conocimiento del mundo natural, la participación, la interdependencia, el sentido de la responsabilidad, la solidaridad, la cooperación, el compañerismo y la convivencia.
Es en el año 1996 cuando crea la APB (Asociación Pacense de Balonmano). Con su amor al deporte y en concreto al balonmano, es capaz de reunir a diferentes entrenadores (en el que me encontraba yo), jugadores y padres para formar en Badajoz un nuevo equipo que fuera el referente de la ciudad. Nuestro lema era 'Piensa en Verde', piensa en positivo, piensa diferente. La APB que él creó, no era un simple equipo, era más que eso, era una familia, era un grupo de amigos que se divertía y competía a la vez al máximo rendimiento.
Todos los jugadores y entrenadores lo llamábamos con cariño 'El Presi'. Realizó las labores de presidente, de entrenador y hasta a veces de padre de los jugadores de las categorías más pequeñas. Era querido y respetado por todos ya que inculcó tantos valores personales y deportivos que todos lo seguimos con esa magia que poseía como el 'Flautista de Hamelin'.
Y fueron pasando los años y llegó su momento de jubilarse. Es en el año 2004 cuando pone fin a tantos años de enseñanza. Pero no se jubiló de la vida, siguió aprendiendo y trabajando en las distintas facetas de la cultura que tanto amaba. Se involucró en diferentes proyectos: escribió artículos para distintas revistas: Grada, Sendero, Iglesia en camino..., fue cronista de la Banda Municipal de Badajoz, investigó y publicó varios libros sobre las fiestas y tradiciones de Badajoz: Los cuentos populares extremeños en la escuela, (1988). Badajoz, crónica de sus fiestas y tradiciones, (1998). Badajoz Carnaval. Glosario del Carnaval de Badajoz, (2005), creó el famoso Blog de 'El Avisador' (2005-2015)...
- Para mí la vida sin cultura no es vida, por eso me involucro en estos proyectos. No busqué nunca reconocimiento.
Tras la jubilación, concretamente en diciembre de 2006, recibe la Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio por parte de la Ministra de Educación y Ciencia, Doña Mercedes Cabrera en Madrid. Un gran colofón a su carrera educativa, deportiva y cultural.
- Ha sido un gran honor y una emoción extraordinaria por culminar mi vida docente con este reconocimiento. En mi casa somos todos maestros, mi esposa Pili, y mis dos hijos también lo son.
Hasta Madrid nos fuimos todos, sobrinas incluidas. Fue un honor para todos poder compartir ese momento histórico con él.
Y mientras tanto, él seguía escribiendo, investigando, viajando, estudiando, leyendo, compartiendo todos sus conocimientos... hasta que un año antes de recibir la Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio, se le ocurre iniciar un Blog, para compartir información de los diversos eventos culturales que se realizaban en la ciudad de Badajoz.
Es en el año 2005 cuando crea el ya famoso Blog de El Avisador de Badajoz. Se dedica a informar puntualmente de tantas y tantas actividades que se realizan en la ciudad, creando una simbiosis entre el lector y mi padre. De una forma emotiva y tan directa, mi padre es capaz de enganchar al público que le lee. Él informa, pero también, los distintos lectores envían noticias para que él las publique en su Blog.
- Mis padres son de Peraleda de San Román, un pueblecito de Cáceres. Me trajeron con 3 años, por lo que me considero un pacense de acogida. En el fondo El Avisador es una señal de agradecimiento, una manera de corresponder, porque Badajoz me lo ha dado todo; me hizo nacer por segunda vez. Mi mujer, mis hijos, mi oficio, las amistades... todo lo que he hecho ha sido aquí. Lo mío con Badajoz es un diálogo con la ciudad...
Apasionado de la música, sus últimos años los dedicó a colaborar in situ con la creación de la Asociación de Amigos de la Banda Municipal de Música de Badajoz, siendo su cronista oficial y secretario. Tras decir adiós a los 10 años del Blog del Avisador (2005-2015), se implica para potenciar aún más la Banda Municipal de Música de Badajoz.
El Director de la Banda de Música como reconocimiento a la labor de mi padre, le dedica un emotivo pasodoble: Pasodoble Pedro Montero https://www.youtube.com/watch?v=WfLTEzo8ByY
Amante y entusiasta de la cultura del vino. Tanto mi padre como mi madre tenían conocimientos de enología a través de una formación técnica. Para mí, que aún no me gustaba el vino, escuchaba de ambos los encantos de este producto.
- Mira Pedro, este vino tiene uvas tempranillo, con doce meses en barrica, cuando se sirve en la copa se pueden ver las lágrimas del vino...
Creó en casa una pequeña bodega con diferentes tipos de vino. La llamaba 'La bodeguilla'. Me enseñó a degustar los variados vinos que tenía hasta que empecé a valorar su cultura y tradición. Para él era un producto muy preciado por lo que en numerosas ocasiones, regalaba botellas de vino a sus amigos y conocidos.
El mar, siempre el mar. Desde pequeño tuvimos contacto con el mar. Su playa era nuestra playa. El olor a salitre, la arena húmeda, el viento que impactaba en nuestras caras, la luz del sol reflejada en las olas...
Recuerdo aquellos largos paseos de mi padre siempre junto a mi madre por la orilla del mar. La lectura y los jeroglíficos bajo la sombrilla después del obligado baño. Y cómo no, las cervecitas y los pescaitos en nuestro chiringuito antes de volver a casa. Días de relax, desconexión y recarga de energías.
Viajaron mucho. Mi madre y mi padre recorrieron los últimos años las diferentes ciudades de España y Portugal. Viajaban para descubrir otros lugares, otras gentes, otras culturas, otras tradiciones, siempre de forma ociosa y cultural.
Recuerdo un viaje que hice con ellos a la capital de Baviera, Múnich en el que tengo un recuerdo muy bonito de los días que pasamos allí. Mi padre con su spanglish quería localizar el Restaurante-Cervecería Hofbraühaus. Preguntó a dos policías alemanes sobre el restaurante,
- Papá, le decía yo, no te están entendiendo nada.
- Él me decía, bueno ya me entenderán. Quiero encontrar el restaurante ya que es de los más famosos de Múnich y conocer su historia.
El otro día un amigo me dijo: no sabes cuánto duele la pérdida de un padre o una madre. Y es verdad, duele.
Mi padre ha sido un referente en mi vida, me ha inculcado su generosidad, su amor a la lectura, su pasión por el deporte y por la naturaleza, sus ganas de conocer el mundo y a las personas. He perdido un referente vital, aunque he absorbido toda su enseñanza como padre y como educador.
Sí, se me ha ido ese referente pero tengo la suerte de que me queda otro igual de importante en mi vida: mi madre.
Mi padre no hubiera sido la persona que fue sin mi madre al lado. Generosa, educada, empática, comprometida, cariñosa... siempre al lado de su familia y en especial de mi padre los últimos años. No se puede recordar a mi padre sin mi madre. Siempre juntos, siempre activos, siempre con la necesidad de aprender y de vivir.
En varias ocasiones de mi vida, en momentos importantes de mi vida, mis padres me han dicho que estaban orgullosos de mí. Yo también estoy muy orgulloso de ellos ya que soy una parte de cada uno.
Hasta siempre Papá.